En VSN continuamos analizando las diferentes aplicaciones y ventajas que compañías de múltiples sectores pueden extraer del software especializado en la gestión de media y contenido. En este artículo, hemos decidido centrarnos en las instituciones públicas y en cómo esta tecnología puede ayudarles a poner orden y potenciar el rendimiento de sus assets audiovisuales.
Estamos rodeados de contenidos en vídeo y, admitamoslo, nos encanta. En anteriores artículos ya hemos comentado el auge de este formato y cómo actualmente hay más contenido que nunca. Nos encontramos ante una forma de comunicarse que va de la mano con el mundo online ya que, según datos de Cisco, se estima que en 2022, el 82% del tráfico de internet provenga de la transmisión y descarga de vídeos. Ya no consumimos delante de la televisión, sino que lo hacemos desde todos lados y a todas horas gracias a un mundo híper conectado.
Este salto desde las pantallas de nuestros salones a todos los rincones no se limita a la aparición de plataformas o el Broadcast & Media. Como ya vimos en capítulos anteriores de esta serie, el vídeo es el protagonista en sectores como el educativo, dónde nunca antes había tenido tanto peso. El público quiere este formato y este deseo ha generado una necesidad de adaptar organizaciones dónde no sabían lo que era un fotograma hasta hace apenas unos años. Piensen en reuniones y actas interminables recogidas en papel presentaciones sin un vídeo ilustrativo o la necesidad de comparecer de modo presencial en determinados organismos al no estar preparados para una declaración en vídeo. Actualmente, esas situaciones son impensables y todo queda registrado o se produce y adapta al audiovisual, lo cual nos lleva a la siguiente problemática.
Esa profusión genera una cantidad de información que necesita ser controlada, gestionada y archivada, para posteriormente sacarle el máximo potencial. No hablamos de un archivo dónde guardar las actas de una reunión en papel. Estamos pensando en bibliotecas digitales en las que todos los vídeos se deben encontrar de una forma intuitiva y sencilla para el público.
Un buen ejemplo de neófito en la gestión del audiovisual y de este paso de un entorno papel al vídeo son las instituciones públicas. Hablamos de Congresos, Senados, Asambleas, Ayuntamientos, Juzgados, Cámaras de Representantes y otros muchos organismos públicos que ya se han sumado al futuro audiovisual.
Del taquígrafo a la cámara
A pesar de tratarse de un entorno que siempre ha suscitado una gran atracción mediática, hasta hace unos años en las instituciones públicas la única prueba documental de todos los hechos era el acta redactada por un taquígrafo. Un profesional tecleaba a la velocidad de la luz todo lo que los políticos, jueces, conferenciantes o declarantes decían para revestirlo de oficialidad. Ya fuese por mandato legal o por necesidad de otorgar transparencia a estos organismos, todo debía quedar recogido en las actas.
A día de hoy, estas figuras siguen presentes en la mayoría de estas salas, aunque su relevancia se ha diluido gracias al vídeo. Estas instituciones se han pasado al digital adaptando sus instalaciones mediante la integración audiovisual. Todo lo que se dice o hace, queda recogido en vídeo.
Hablamos de una ingente cantidad de material audiovisual, que en muchos casos se debe poner a disposición de la audiencia pública, ya que estos organismos gestionan la vida de los ciudadanos y sus decisiones pueden afectar directamente a nuestra actividad cotidiana. Muchas instituciones han decidido explotar directamente sus recursos audiovisuales y acercarse a los ciudadanos. Usando diferentes plataformas, retransmiten en directo, utilizan el VoD y hasta generan contenido propio.
Transparencia en vídeo
Un ejemplo de este ejercicio de transparencia es el Canal Parlamento del Congreso de los Diputados de España. Desde el año 2.000, esta institución utiliza un canal lineal tradicional en el que se emite la señal en directo de las sesiones del pleno y comisiones, además de programas divulgativos propios. Esta ventana al poder legislativo español se distribuye a través de la televisión tradicional, satélite e internet.
Pero estas instituciones no solo se han lanzado a la piscina de las plataformas tradicionales. Conscientes del interés público que generan, se han instalado allí dónde se encuentran las nuevas audiencias, abriendo su propio canal en plataformas digitales como YouTube. Por ejemplo, el propio Congreso de los Diputados cuenta con un canal con 56.000 suscriptores. Otra muestra es el canal del Parlamento Británico, que cuenta con 269.000 suscriptores y que distribuyó en directo para todo el mundo debates tan importantes como los referentes al Brexit.
Sin embargo, el interés de la audiencia no es el único impulso que ha provocado este cambio en las instituciones. Por ejemplo, en el entorno judicial, la necesidad de digitalizar los archivos para ganar rapidez, eficiencia y transparencia ha acelerado la introducción del vídeo en lo público. Muchos juzgados ya retransmiten sus audiencias en directo y la pandemia les ha obligado a avanzar en sus integraciones para permitir las declaraciones en remoto.
¿Cómo adaptar la gestión de media a las instituciones?
Cualquiera que siga la política o haya tenido que asistir a un juicio, sabe que las sesiones en las instituciones públicas no son cortas. La cantidad de material audiovisual a gestionar, catalogar y almacenar es ingente. No hacerlo correctamente puede provocar un caos que resulta en ineficiencias dentro del sector público. Por todo ello, resulta inteligente contar con un único sistema MAM que nos permita solucionar todas las necesidades que el vídeo genera.
Por ejemplo, de nada nos sirve contar con cada audiencia, discurso o sentencia grabada en vídeo, si luego no podemos encontrarlos en nuestro archivo. Imaginen a un jurista buceando durante horas por una infinidad de vídeos luchando por hallar la que él quería. Una catalogación correcta a través de metadatos extraídos de nuestro vídeo resulta fundamental para que posteriormente las búsquedas sean precisas. Algo indispensable en un sistema que gestione bibliotecas tan extensas como las de las instituciones públicas.
Del mismo modo, resulta inteligente integrar en la gestión del contenido la ayuda de motores de inteligencia artificial, que nos permitan automatizar la extracción de estos metadatos. Revisar un discurso largo de forma manual es ineficiente y sería más sencillo que solo tuviésemos que realizar un control sobre los resultados que nos arroje esta herramienta. Asimismo, esta tecnología abre la puerta al subtitulado automático o la transcripción de las intervenciones, haciendo que estás sean mucho más accesibles.
A su vez, la rapidez en la ingesta de estos archivos al sistema MAM es un aspecto crucial para estos organismos. Hablamos de un material que suele tener relevancia informativa, con la inmediatez que ello genera. Por ello, las instituciones deben poner a disposición del público y profesionales del sector público estos materiales de forma rápida. Además, deben distribuir la señal en directo y los contenidos en sus plataformas propias y a los medios de comunicación. Contar con una sesión del parlamento en vídeo una semana después es algo inútil y estéril.
También hay que pensar en que la mayoría de actos que suceden en las instituciones públicas tienen un ritual y unas pausas que se deben respetar. Normalmente, se producen grandes espacios entre intervenciones, entradas y salidas de público o simplemente, no está ocurriendo nada mientras alguien se prepara para hablar. Para atajar esto en relación con nuestro vídeo, contar con la aportación de un editor de vídeo integrado en la plataforma MAM es una solución eficiente.
Muchas necesidades y una respuesta: VSNExplorer MAM
Contar con un sistema de gestión de media y contenidos de última generación como VSNExplorer MAM puede ayudar a estas instituciones a resolver estas necesidades y trabajar con sus archivos audiovisuales. VSN ya ha ayudado a muchos de estos organismos en diferentes proyectos a través de este producto escalable, abierto, flexible y accesible a través de cualquier navegador web.
VSNExplorer MAM permite una ingesta rápida de vídeo de todos los formatos y su publicación en diferentes plataformas gracias a su integración y distribución multiplataforma. Desde una misma interfaz web, podemos archivar una sesión de varias horas de manera rápida y publicarla a su vez en una plataforma como YouTube. Asimismo, cuenta con su propio sistema de Inteligencia Artificial y permite la integración con los principales motores del mercado para la extracción automatizada de metadatos. Además, VSNExplorer MAM incorpora el editor Wedit, que permite realizar tareas sencillas de edición desde la misma interfaz.
A principios del Siglo XX, Antonio Maura, que fue Presidente del Gobierno español en varias ocasiones, popularizó la frase “Para gobernar solo necesito luz y taquígrafos”. Fue su forma de afirmar que la gestión de su ejecutivo iba a ser decidida y, sobre todo, transparente al quedar todo recogido oficialmente. Más de un siglo después, esta expresión se continúa utilizando para mostrar la necesidad de abrir las decisiones institucionales a la vista de los ciudadanos. Sin embargo, y a tenor de lo visto en este artículo, quizás se debería considerar cambiar la frase por “Para gobernar solo necesito luz y vídeo”.
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