Media Flexible: Las ventajas de aplicar Cloud y el modelo SaaS
Media Flexible: Las ventajas de aplicar Cloud y el modelo SaaS
White Paper
Cómo ganar flexibilidad aplicando estos modelos
Los grandes cambios generados por la pandemia en 2020 tuvieron un fuerte impacto en nuestra industria. Por un lado, el confinamiento se tradujo en el mayor aumento en demanda y consumo de contenidos de la historia, ya fuera para mantenernos informados de la realidad o para huir de ella unas pocas horas al día. Los mayores beneficiados fueron los que mejor preparados estaban para una nueva realidad en la que un término marcó la diferencia entre las compañías: flexibilidad.
En cuanto a cómo ha afectado a la cadena de suministro de contenidos, la resituación laboral ha guiado la dirección de las prioridades de inversión, apostando en muchos casos por una arquitectura de sistemas adaptada a los tiempos actuales con sistemas virtualizados y descentralizados. En este completo documento, repasamos cómo la industria está apostando por la tecnología cloud y desgranamos sus principales ventajas. A su vez, explicamos su combinación con modelos de negocio por suscripción SaaS.
¿Por qué la industria está apostando por la tecnología cloud?
Tradicionalmente, siempre hemos entendido la gestión de contenidos como la pieza central del llamado ciclo de vida de la media o, si utilizamos términos más universales, la cadena de suministro de contenidos. Esta misión implica a su vez la gestión de flujos de trabajo: decenas de detallados y necesarios procesos en los que otros tantos profesionales se sumergen en su día a día para que esta engrasada maquinaria digital habilite de la mejor manera posible su trabajo.
Ya sea editando, transfiriendo, catalogando o supervisando controles de calidad, nuestra herramienta de gestión define en gran medida el tempo de los procesos y su efectividad, por lo que no es de extrañar que los proveedores busquen mejorarlas de forma constante en busca de una mayor comodidad y efectividad para sus usuarios. Raro es el proceso que no puede optimizarse en uno o varios sentidos. En los últimos años hemos visto cómo esta mejora se centraba en avanzar cada vez más hacia entornos con una mayor capacidad de automatización, una mayor versatilidad en las instalaciones y en la aparición de nuevas funcionalidades habilitadas por herramientas de Inteligencia Artificial, destacando en particular una mayor disponibilidad de datos sobre el rendimiento de los contenidos destinada a indicarnos el mejor camino para mejorarlos.
A primera vista, parece difícil afirmar que un entorno tan fluctuante y puntero como es el del software implicado en la cadena de suministro de la media pueda ser lento, pero la realidad rara vez no choca con la innovación: las limitaciones financieras, la amortización de sistemas legado y en ocasiones la incertidumbre ante nuevas posibilidades sin contrastar, frenan a menudo evoluciones prometedoras, más aún teniendo en cuenta que los cambios de paradigma en este ámbito no suelen afectar a todas las partes de la cadena: un nuevo formato de vídeo, una nueva herramienta, un nuevo campo de metadatos… Cuando la tónica es la estabilidad, todo transcurre en pequeños pasos.
Por supuesto, no es que el paradigma cambiara el pasado 2020: sería más adecuado afirmar que voló en mil pedazos. Por un lado, no podemos obviar el mayor aumento en demanda -por no decir una forzosa dependencia- y consumo de contenidos de la historia, ya fuera para mantenernos informados de la realidad o para huir de ella unas pocas horas al día. Las leyes de la naturaleza a veces admiten las extrapolaciones menos pensadas, y cabe decir que, aunque casi todos los proveedores de contenidos vieron un salto notable en sus estadísticas, los mayores beneficiados fueron los mejor preparados para una nueva realidad en la que un término ganó toneladas de peso a ambos lados de la pantalla: flexibilidad.
Respecto a cómo ha afectado a la cadena de suministro de contenidos, la resituación laboral ha guiado la dirección de las prioridades de inversión, apostando en muchos casos por una arquitectura de sistemas adaptada a los tiempos actuales. En muchos casos, el cambio a remoto se está traduciendo en multitud de nuevos entornos completamente virtualizados y descentralizados, en los que funcionalidades como el acceso web, la implementación de sistemas en la nube y modelos de pago (SaaS) más adaptados a picos de trabajo variables se están imponiendo poco a poco frente a modelos on-site e inversiones de capital (CAPEX). Asociado a esta transición, temas que siempre han estado presentes de forma secundaria también han cobrado mayor protagonismo, como la seguridad y la monitorización de procesos.
Desde el lado del consumo, las llamadas Streaming Wars o guerras del streaming ya copaban titulares desde bastante antes de la pandemia, y son las grandes OTT y proveedores de IPTV como Netflix, Amazon Prime Video y Disney+, junto a las plataformas de streaming digitales (en particular YouTube y Twitch) las que marcan las tendencias de consumo y, por tanto, las que definen las reglas de un nuevo escenario de consumo globalizado.
Esa globalización de las grandes compañías de streaming también se traduce en una expansión geográfica de las producciones de contenido a lo largo de todo el mundo. Hemos visto como grandes éxitos de diferentes plataformas se producen en un país y se distribuyen a todo el mundo, con los retos que eso supone.
Desde hace años, los grandes actores están apostando por tecnologías cloud para publicación en entornos no lineales, la distribución y publicación en RRSS. Por ejemplo, vimos como Netflix completó la migración de sus operaciones en 2016 consciente de los beneficios que le aportaba este entorno y Disney anunció en abril de 2021 un acuerdo a largo plazo para ampliar su colaboración con Amazon Web Services.
Los demás protagonistas del mercado les siguen en este camino. La tecnología cloud lidera las inversiones de las compañías de media en campos como la gestión del contenido y el soporte. Asimismo, el gasto en aspectos fundamentales del futuro, como la aplicación de la Inteligencia Artificial, se está centrando en entornos en la nube. Cómo ya hemos mencionado, la búsqueda de la flexibilidad es la pieza clave de todas estas operaciones y protagoniza las ventajas que los servicios en la nube nos pueden aportar.
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